Un evento en casa… ¿quién cocina?

A todos nos gusta comer bien, ir a un restaurante que nos recomiendan, con un chef original que prepara platos muy especiales.  Lo que ocurre es que esto se está convirtiendo en un acto para ocasiones muy, muy especiales y a veces ni eso. “Prohibido  fumar”, ahora es una buena excusa para organizar una cena muy especial en casa, pero… ¿quién cocina?

Por otro lado, existe una tendencia creciente hacia el gusto por los productos naturales. Nos gusta llegar a los productores para conseguir sus bienes como si estuviéramos en el campo de nuestros abuelos. Hoy las nuevas tecnologías nos permiten contactar con una granja de pollos o un campo de naranjas, para que nos hagan llegar sus productos.

A la vez que aumenta esta demanda, podemos ir a un supermercado y alucinar con la amplia gama de productos muy elaborados, que están a un punto de horno o microondas, para disfrutar de un menú especial en casa. Platos de pasta, arroces, carnes o pescados, incluso fruta pelada y cortada a un solo plástico de saborearla.

Parece una contradicción que nos guste comer bien y que cada vez seamos más cómodos, pero resulta que el mercado ha captado muy bien esa tendencia y hoy los productores de comida adaptan sus formatos para agradar los gustos de la nueva sociedad.

Debido a la mala imagen que siempre habían tenido los productos precocinados, se le ha cambiado el nombre, y ahora, estos platos que están prácticamente acabados y que el consumidor sólo tiene que calentar, se les llama “platos de 5ª gama”.

La oferta de platos de este tipo es tan amplia, que pronto la imagen de nuestra madre un día entero en la cocina cuando hay un evento familiar será un sueño. Pero también hay muchos restaurantes que sacrifican personal, a cambio de ofrecer platos de 5ª gama que les costaría sacar de su cocina por el precio que tendrían. Lo curioso es que los “venden” como si les hicieran ellos y el cliente se lo come encantado.

Una importante ventaja de este tipo de comida es su fecha de caducidad. Los cuidados y especializados procesos de elaboración de estos platos, así como su conservación y empaquetado, permiten hacer una despensa con alimentos que al menos tienen 45 días de vida útil. Menuda despensa nos podemos hacer.

A favor y en contra de este tipo de comida encontraremos muchos argumentos, pero lo que es cierto, es que este tipo de comida no tiene nada que envidiar a los platos más elaborados. Hoy valoramos el tiempo como un bien escaso y celebrar un evento especial en casa no tiene por qué suponer dos jornadas de compra y preparación.